Seguramente todo empezó desde que se estableció. Las metas sin duda que son importantísimas en las empresas, objetivos que ayudan a saber hacia dónde va, que los mueve durante el año. Sin embargo aun contando con todas las fortalezas, actitudes, habilidades y talento, empresas quedan cortas al momento de cumplir metas. Ahora, no necesariamente se tiene que contar con todo lo anterior, lo importante es tener la meta correcta. Y para asegurase que la meta establecida va por buen camino es más sencillo si se observan los siguientes 5 errores comunes:
1. PENSAR EN REVERSA
Al fijar la meta especifica se basan en lo que saben qué pueden lograr analizando los resultados anteriores, es decir, que de acuerdo a lo que se logro el año anterior o semestre se crea la meta. Aunque es muy común el fijar metas con esta idea, la misma afecta en el sentido que corta la inspiración. Una de las dudas que puede llegar al equipo es: “Si ya sabemos cómo hacerlo, ¿Cuál es la motivación?”.
Falta de inspiración trae consigo falta de entusiasmo, falta de pasión, falta de emoción por lograr un objetivo, ¿estarían dispuestos a pagar el precio?, lo dudo. Muy fácil rendirse cuando no se siente inspiración.
El impacto que tiene es que seguramente se llevan consigo los errores y los fracasos que anteriormente los detuvo de cumplir metas.
2. LO QUE PIENSAN QUE PUEDEN HACER
El famoso plan de acción. En este caso se evalúa detalladamente las condiciones y circunstancias que se encuentran el entorno del negocio, para cuando terminan el plan de acción ¿qué creen que pasa? Así es, todas las condiciones y circunstancias en las que basó el plan cambiaron.
Como consecuencia el equipo se enamora del plan: “sigue con el plan” “esto dice el plan que hagamos” “¿cómo vas con el plan?” “¿estás haciendo lo del plan?”…”¿Cuál era la meta?”. Se puede llegar a perder el panorama de lo que se esta buscando, la luz del faro se apaga y el barco se queda sin rumbo. Lo peor del caso es que la meta ahora lo acoplan acorde al plan.
3. SABER EXACTAMENTE EL COMO HACERLO
“Hay que ser realistas, ¿cómo exactamente lo vamos a lograr?”
Déjame decirte un secreto, nadie, absolutamente nadie, sabe cómo hacer nada hasta que llega el momento que lo hace. Preguntas así impiden la creatividad por el simple hecho que no encuentran la exactitud del como hacerlo. No importa si no sabes como, no pierdas el tiempo pensando como no se puede lograr la meta y dedica ese tiempo para encontrar la manera de como si.
Por otro lado, si ya descubriste como hacerlo la primera vez, lograste tu meta, siéntate y reflexiona: “¿cómo puedo multiplicar esto por 10, 20, 30?” Te aseguro que será más valioso el tiempo invertido en ejercicios asi.
4. CUESTIONAR SU VALÍA PARA TENER LA META
“¿Realmente merecemos esta meta?”
Absolutamente, si se contempla es por qué se sabe del valor de la empresa y sobretodo, el valor del equipo para lograrlo. Los obstáculos que se van a enfrentar te ayudarán a seguir creciendo y aprendiendo.
Tanto la actitud como la mentalidad son factores importantes, con todas las habilidades del equipo, sus fortalezas, oportunidades y enseñanzas impactarán en el resultado final de la meta.
5. PENSAR QUE EL PROPÓSITO DE LA META ES LA META
No creas que todo termina en la meta, recuerda siempre que el propósito de toda meta es el aprendizaje, un paso más para llegar a demostrar la capacidad del equipo de cumplir metas que antes ni se contemplaban cerca. Crear esa pasión en el equipo. Cuando se pelea por lo que se obtiene, seguramente se pelea por mantenerlo.
Si en la meta se encuentran por lo menos una de las cinco, lo mas seguro es que su destino sea aquel que todos quieren evitar, fracaso. Y si no estas seguro de tu meta, pregúntate: ¿Qué queremos lograr? ¿Qué nos inspira? ¿Qué nos emociona? ¿Qué meta nos ayudaría a crecer?
Recuerda que las condiciones y circunstancias actuales no son predicciones de lo que se podría cumplir, son reflexiones de donde ha estado el pensamiento del equipo años, meses o semanas atrás.